Hace poco, en The Washington Post ha publicado varios estudios interesantes comparando tendencias sociales entre distintos países.
El primero es el mapa mundial del amor.
Los resultados vinieron de una encuesta realizada entre muchos países preguntando a la gente si sintiera “amada”. Por supuesto, el significado de la palabra puede ser una cuestión muy subjetiva: para algunos es sinónimo al sexo, para otros incluyen también el amor de la familia, los amigos y la pareja sentimental.
Los resultados son sorprendentes, ya que los países donde la gente más se siente amada son Paraguay, las Filipinas y Hungría. En general, las nacionalidades americanas sienten más amadas que la gente de otros continentes, y los que se sienten menos amadas son los que viven en países ex soviéticas, sobre todo Mongolia, Asia Central y el Cáucaso. En Europa, los españoles, italianos y griegos son los que más amor sienten, acorde con el tópico latino.
Lo que me resulta más raro es que Hungría ha sacado una nota tan alta, considerando que es el país con la mayor tasa de suicidio del mundo. También es sorprendente que Japón, como el país con el mayor porcentaje de solteros sin pareja, ha sacado una nota mejor que muchos países europeos. Los franceses, con su fama de románticos y cariñosos, han sacado la misma nota que los chinos, con su fama de pragmáticos y secos. Los indios, a pesar de su tradición de matrimonios concertados, sienten tanto amor como muchas nacionalidades europeas, cuyas parejas se forman por selección libre.
Eso demuestra que la cantidad de amor que siente los individuos en una sociedad parece ser independiente del nivel de su desarrollo económico, de sus costumbres matrimoniales, del tamaño de la familia, de su porcentaje de solterones o de su nivel de libertad individual. La única conclusión que se puede sacar es que ciertos legados de la Unión Soviética parecen matar la pasión y el efecto entre personas. Sería interesante investigar cual serán.
El segundo es el mapa mundial del intolerancia racial.
Por supuesto, la palabra raza tiene una definición muy subjetiva, variando de país a país. Mientras que en países anglosajones suele referirse a personas con rasgos físicos distintos como el color de la piel y la forma de los ojos; en muchos países europeos se refiere a personas de un origen nacional distinto. Por ejemplo, muchos rumanos considerarían a los húngaros como una “raza distinta”, igual que muchos españoles considerarían los marroquíes una “raza distinta”, a pesar de que no tienen rasgos físicos tan distinguibles.
Los resultados también son sorprendentes. Los menos racistas son supuestamente los norteamericanos, los europeos nórdicos, los británicos y los latinoamericanos. Los países más racistas son la India, Jordania y Hong Kong, seguido por los países árabes y Corea del Sur.
De primera vista, la encuesta no parece cuadrar con hechos reales. En EEUU sigue habiendo una segregación residencial bastante radical entre blancos y negros, mientras que un país como México ha absorbido pueblos indígenas, colonos españoles y oleadas de inmigrantes de diversos continentes y todos se han fundido en la identidad mestiza. Sin embargo, más mexicanos se declaran “racistas” que estadounidenses. ¿Podría ser que muchos norteamericanos no fueron sinceros?
En un caso como la India, me da mucha curiosidad de lo que define la gente como raza ya que es un país donde conviven cientos de etnias, religiones y culturas. El conflicto entre musulmanes e hindúes es muy conocido. ¿Las distintas castas de la religión hindú también se consideran “razas” distintas”? Todavía es más sorprendente la diferencia entre India y Paquistán, porque ambos países han vivido las mismas historias de conflictos y guerras después de independizarse de los británicos.
En el caso de Egipto, que también registra un alto índice de discriminación racial, estoy seguro que no se refiere al color de la piel, porque cuando viajaba ahí, vi a una población mestiza de un gran espectro de colores desde mediterráneo hasta subsahariano, sin ninguna línea clara de separación. Sin embargo, sí que existe un fuerte rechazo hacia la comunidad cristiana y a los inmigrantes de países pobres.
Lo que más me sorprende es Hong Kong, porque siendo un gran centro financiero y una ex colonia británica, debería estar muy acostumbrados de tratar con gente de todas partes del mundo. Por lo que parece, los honkongneses no tienen ningún rechazo hacia gente de origen europeo, pero cómo tratan a los ciudadanos de otros países asiáticos o a los chinos del continente ya es otra cuestión.
En países como España, puede existir una diferencia generacional bastante grande. La gente nacida antes de los 80 se ha criado en una sociedad altamente homogénea y la generación nacida después de 90 ha ido al colegio con niños de todos colores y orígenes. De hecho, todavía es raro ver parejas mixtas mayores de 35 años, pero es algo habitual entre adolescentes.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/05/18/actualidad/1368895631_900968.html
La conclusión es que la intolerancia hacia lo diferente parece ser independiente del nivel de desarrollo económico del país. De hecho, no hay ningún denominador político, social o histórico común que hace una sociedad más o menos tolerante. En general, las sociedades con una larga historia de conflictos interétnicos y religiosos suelen ser menos tolerantes, pero la falta de ella tampoco es garantía de mayor grado de aceptación hacia el “otro”.
El último estudio es sobre cómo los europeos se perciben los unos a los otros.
Todos los encuestados consideran su propia nacionalidad como la más “solidaria”.
La mayoría consideran los alemanes como los más fiables y los griegos e italianos los menos.
La mayoría consideran a los franceses y alemanes como los más arrogantes y su propia como el menos.
Aportando mi propia visión, solo puedo opinar de los británicos y los españoles porque son las únicas nacionalidades que conozco al fondo. Yo diría:
- Los británicos son en general más fiables que los españoles, acerca del valor de la palabra. En España, hay más gente informal y malqueda.
- Los británicos y españoles son igual de trabajadores, pero los primeros tienen una gestión más eficaz.
- Acerca del nivel de solidaridad, los británicos son más solidarios a la hora de donar dinero para ayudar a un desastre en otro continente, pero los españoles son más dispuestos de ayudar a un amigo, vecino, familiar o un pobre de su barrio.
- Los británicos son más prepotentes que los españoles, pero a la vez más educados.
- Los españoles son más sociables y más familiares que los británicos.
… bueno, estos tópicos se basan en mi experiencia personal. Seguro que muchos me contradicen. En fin, todos son tópicos generales, y la vida real está llena de excepciones.