Archivo | septiembre, 2014

Las 5 cosas que detesto de la propaganda «políticamente correcta»

24 Sep

En este artículo, voy a hablar un poco sobre mi opinión personal, de un modo muy subjetivo.

Por las redes sociales sigo varias páginas que se dedican a difundir noticias, opiniones e historias personales y me he dado cuenta, que muchas fuentes de información de ideología “progresista” no hacen nada más que difundir la doctrina de lo “políticamente correcto”. Mencionando unos ejemplos, lo más representativo es la página estadounidense Upworthy, y a menor medida, El Huffington Post (aunque también tiene muchos buenos artículos). El diario español más cercana a esta tendencia es el Público.

Antes que nada quiero aclarar, que en general comparto muchas opiniones con los “progresistas”. Aunque no me gusta identificarme con ninguna corriente política de etiqueta, siempre he defendido la igualdad de sexos, los derechos de las minorías, el estado laico, la sociedad plural, la educación y sanidad pública de calidad, el trabajo digno y el principio de “universalismo”: que todas las personas, independiente de género, edad, sexualidad, nacionalidad, grupo étnico, religión, clase social… tengan los mismos derechos y las mismas obligaciones.

Por supuesto, siempre he rechazado cualquier forma de explotación, cualquier forma de maltrato y cualquier forma de segregación, sea por grupo étnico, sexo, o cualquier rasgo de nacimiento.

Sin embargo, cuando leo artículos y veo videos de divulgación “progresista”, me producen un sentido de profunda repugnancia, no tanto por el objetivo que pretenden conseguir, sino por la forma de conseguirlo. Aquí explico por qué.

Muchas veces, la mejor manera de tratar con los tópicos es reírse de ellos, en vez de prohibirlos como hacen los "políticamente correctos".

Muchas veces, la mejor manera de tratar con los tópicos es reírse de ellos.

 

1. En la lucha contra el sexismo, siempre retratan las mujeres como víctimas y los hombres como unos pervertidos, violadores y explotadores

Antes de nada reconozco que la discriminación sexual existe y, en las sociedades occidentales, el hecho más obvio es que las mujeres que realizan el mismo puesto de trabajo que un hombre suelen cobrar menos. En el ámbito laboral, el acoso sigue existiendo, y en el ámbito familiar, todavía hay muchos casos de maltrato ignorados por el sistema judicial.

Sin embargo, lo que hace la propaganda “política correcta” es repetir siempre el mismo mensaje: las mujeres como pobres y vulnerables, los hombres como violentos y manipuladores, como si la relación más típica que existe entre hombre y mujer es la de “explotador-explotada”, y los hombres que no lo hacen son unos “santos”.

En muchos casos aplican hasta el doble-estándar. Hablan de celos y posesividad entre la pareja. Si un hombre es celoso y controlador, le llaman machista pero no mencionan nada de las mujeres que también son celosas y posesivas, que hay bastantes casos.

En mi opinión, el machismo es una actitud, una creencia de que el varón es superior a la mujer. Hay hombres y mujeres machistas y también hay hombres y mujeres que no lo son. La lucha contra el machismo no es una guerra de sexos, sino una lucha contra la discriminación a base de los estereotipos tradicionales de género, que hacen sufrir tanto a los hombres como a las mujeres. Yo mismo lo he sufrido. Como chico capaz de entablar amistades estrechas con el sexo opuesto, mucha gente ya te juzga: 1) que quieres algo más 2) eres gay 3) eres un pagafantas incapaz de ligartelas. Y las personas que opinan así incluyen a ambos sexos.

Pero lo único que hace la propaganda “políticamente correcta” es perpetuar el antiguo tópico de que el hombre es fuerte y malo y la mujer es débil e inocente por lo que merece un cuidado y simpatía especial, bajo un pretexto totalmente paternalista.

Muchas veces, he pensado que si yo fuera una mujer con un poco de dignidad, no me gustaría que los hombres me trataran como un ser igual sólo porque les “diera pena”.

Me alegro que cada vez hay más mujeres que practican deportes y actividades antes sólo considerados "para hombres"

Me alegro que cada vez hay más mujeres que practican deportes y actividades antes sólo considerados «para hombres»

 

2. En la lucha contra el racismo y xenofobia, siempre retratan los “blancos” como los malos y los “no-blancos” como las víctimas

Ese tópico nace en EEUU. Durante siglos la sociedad había segregado a los ciudadanos por el color de la piel entre “blancos”, gente de ascendencia europea pura y “no-blancos”: cualquiera que no fuera de ascendencia europea pura. A día de hoy, la sociedad es mucho más compleja y la discriminación racial sigue existiendo, pero no siempre en líneas de «blancos» contra «no-blancos».

La discriminación racial/étnica no fue inventada por los europeos de piel clara y religión cristiana, sino que siempre ha existido en cualquier sociedad humana. Los griegos, los romanos y los chinos llamaban “bárbaros” y “salvajes” a todos sus vecinos, los árabes consideraban inferiores a los bereberes, los ingleses a los irlandeses.

Hablando de ejemplos más actuales, uno de los grupos étnicos más perseguidos en Afganistán son los hazara, sólo por tener rasgos mongoles. En el sudeste asiático, la mayoría de la violencia racista ha sido dirigida contra la minoría china; en EEUU, los negros no son necesariamente más tolerantes que los blancos hacia la inmigración latina y los mexicanos tratan a los inmigrantes centroamericanos casi peor que los estadounidenses tratan a los mexicanos.

Es obvio que cualquier persona puede ser tanto la víctima como el verdugo de discriminación racial, independiente de su color, nacionalidad u origen étnico. Por ejemplo, un español puede discriminar contra un marroquí o sudamericano que viene a buscarse la vida en España, pero cuando él mismo emigra a Alemania, podría sufrir el mismo tipo de rechazo a manos de los alemanes.

Sin embargo, la propaganda “políticamente correcta” no difunde este importante mensaje de que “hoy eres el verdugo, mañana podrás ser la víctima”, sino se concentra en reforzar los viejos tópicos de “blancos” contra “no-blancos”, como si sólo por el color de la piel, uno ya estuviese destinado por vida de ser verdugo o víctima. Lo que fomenta no es la solidaridad entre pueblos, sino un reforzado sentido de identidad de “ellos” y “nosotros”.

Los hazara de Afganistán, uno de los grupos más perseguidos

Los hazara de Afganistán, uno de los grupos más perseguidos

 

3. Atribuye el “machismo” a cualquier diferencia de comportamiento sexual

En general, los hombres y las mujeres no nos vestimos igual, no nos gesticulamos de la misma forma y no somos clones en la mayoría de los comportamientos. En las carreras y profesiones, también hay algunas que atraen más a hombres, otras que atraen más a mujeres. Por el momento, no sabemos hasta qué punto se debe a la educación social o las cualidades innatas, pero lo que es cierto es que entre hombres y mujeres sí que existen diferencias biológicas, que más probable, afectan a la psicología, las preferencias y los gustos, aunque no de forma absoluta.

Sin embargo, los partidarios de lo “políticamente correcto” atribuyen cualquier diferencia a la “discriminación machista”. Por ejemplo, cuando hay mucho menos mujeres que hombres que estudian carreras de ingenierías y ciencias, saltan directamente a la conclusión de que es por la supuesta “cultura machista” de estas profesiones. Recuerdo leer el titular de un artículo que decían: “Las carreras tecnológicas deberían abrir sus puertas a las mujeres”. Mi pregunta es: ¿desde cuándo está la puerta cerrada?

No digo que el machismo no exista en estos sectores, pero si es la única causa de la reducida presencia femenina, no estoy tan seguro. Yo llevo años trabajando en informática, una profesión mayoritariamente masculina, pero, según varios estudios, es una de las que menos diferencias salariales hay entre los sexos. Por otro lado, hay profesiones mayoritariamente femeninas en las que las mujeres tienen mucho más oportunidades de ascenso si son guapas y delgadas. Entonces, ¿cuál es la profesión más machista?

Estoy de acuerdo que dando la misma educación (no sólo escolar, sino familiar) a los niños y las niñas se puede reducir la desigualdad sexual en las profesiones y aficiones, y me parece estupendo que cada vez haya más mujeres que ejercen profesiones tradicionalmente dominadas por hombres, pero, no creo que llegue el día en el que seamos totalmente iguales porque no lo somos y tampoco es una cosa mala mientras que exista el respeto.

Lo más importante es que cuando una mujer quiera meterse en un mundo dominado por hombres o cuando un hombre quiere meterse en un mundo dominado por mujeres, no encuentre obstáculos.

Hay pocas mujeres DJ, como Miss Kittin, ¿pero es por la cultura machista de la profesión?

Hay pocas mujeres DJ, como Miss Kittin, ¿pero es por la cultura machista de la profesión?

 

4. Convierte ciertos asuntos en temas tabú

Hay algunos asuntos que afectan a la vida cotidiana de muchos ciudadanos pero, una vez que alguien empieza a hablar de ello en un espacio público, le tachan de “fascista” antes de que haya expresado su opinión. Por ejemplo, en muchos países europeos existen un problema de convivencia entre los de cultura autóctona y los de cultura musulmana, pero el momento en que alguien abre la boca para hablar de esos problemas, los “políticamente correctos” ya se le echan encima. Pero dejar de hablar de un problema no hace que desparezca.

Yo soy de la opinión de que de todos los problemas hay que hablarlos en público y sin tabús, para resolverlos entre todos. Si existe un problema de convivencia entre dos comunidades, la mejor solución es dejar que cada bando exprese abiertamente sus preocupaciones para que se entiendan mutuamente la postura de cada uno. Porque cuando más tabú se vuelve un tema, más fácil es para los grupos extremistas difundir bulos y provocar el recelos, tal y como ha sucedido en Francia con el triunfo del Frente Nacional.

Sin embargo, tachar de “xenófobo” cualquiera que expresa su preocupación sólo consigue el efecto contrario, que los radicales se vuelvan cada vez más radicales y los mal-informados sigan creyendo en los bulos de siempre.

Musulmanas en Francia

Musulmanas en Francia

 

5. Convierte en tabú ciertos términos del lenguaje cotidiano

Los defensores de lo “políticamente correcto” creen que por prohibir palabras despectivas hacia ciertos colectivos o nacionalidades como negrata, moro, sudaca, panchito o de dejar de señalar a cada individuo por su origen o nacionalidad en el lenguaje callejero, los prejuicios ya desaparecen.

Voy a confesaros algo: cuando era estudiante en Londres tenía amigos de todos los colores, nacionalidades y procedencias y entre nosotros siempre nos llamábamos en términos “despectivos” pero en plan cariñoso: yo era el chink; llamábamos a un amigo francés frog, a una chica polaca pollack, a un irlandés paddy y a un amigo de origen paquistaní paki. Recuerdo que había un chico de Sri Lanka del que nadie sabía pronunciar su nombre correctamente, así que todos lo llamábamos Sri Lanka Man, pero él se lo tomaba en broma.

En España, también tengo amigas que me llaman chinori, chinito, chini, chinuki, chinito de amol pero nunca me lo he tomado mal porque sé que no lo hacen en plan despectivo, del mismo modo que llamamos a uno de Jaén el Jaén y a uno de Guarromán el Guarro. Cuando vamos a comprar una litrona de cerveza en la tienda china del barrio decimos en voz alta “vamos al chino” y nunca lo he tomado como gesto de desprecio.

En mi opinión, no es tanto la palabra que hace daño, sino el contexto en que se usa la palabra. Y sin utilizar palabras despectivas, uno ya puede decir cosas mucho más hirientes. Sin embargo, lo que intentan hacer los “políticamente correctos” es prohibir las palabras sin importar el contexto. ¿Pero consiguen algún resultado? Los que antes tenían prejuicios los siguen teniendo, aunque cambien las palabras para expresarse.

Esta canción de Miliki no es exactamente "políticamente correcta", pero me encanta

Esta canción de Miliki no es exactamente «políticamente correcta», pero me encanta

 

Resumiendo:

creo que el problema fundamental de los “políticamente correctos” es que para luchar contra los estereotipos ellos mismos, más que nadie, los están propagando recordando constantemente las diferencias que existen entre grupos en vez de ver las similitudes, y, a la vez, inculcando un sentimiento de culpa entre los que supuestamente son del “grupo privilegiado”.

Por último, quiero señalar también algunas páginas de divulgación que aprecio mucho porque, por un lado muestran el compromiso social y analizan la causa de las desigualdades e injusticias y por otro lado nunca caen en la doctrina de lo “políticamente correcto”. Estas incluyen a TED, VICE News y la página cultural española Jot Down.

 

La diáspora china y la «red bambú»

14 Sep

Entre todas las nacionalidades del mundo, la china es una de las que más han emigrado fuera del país. Actualmente, hay más de 50 millones de descendientes de emigrantes chinos viviendo por todo el mundo.

En este post me gustaría hacer un resumen de la historia de la emigración china y las comunidades que han fundado en los países extranjeros.

Mapa del diaspora chino

Mapa del diáspora china (en rojo) e india (en verde)

La definición de ser «chino»

En estados europeos como España, Francia o Alemania, el ser español, francés o alemán se entiende por poseer un pasaporte de estos países, o en el sentido más estricto, de haber nacido en el país. Para los chinos, la cuestión es mucho más compleja debido a los siguientes factores históricos:

  • Desde el siglo XIX, millones de chinos han emigrado a otros países, donde formaron comunidades en las que han conservado su idiosincrasia. Sus descendientes, a pesar de poseer la nacionalidad de los países donde han nacido, siguen identificándose como «chinos» en el sentido étnico.
  • Debido a la compleja historia de invasiones extranjeras y guerras civiles, a parte de la República Popular de China, hay varios estados independientes donde casi toda la población es de origen chino, como TaiwanSingapore y Hong Kong (hasta 1997, pero sigue siendo un territorio con autonomía especial). Los ciudadanos de estos países se consideran «chinos» culturalmente, pero no son «ciudadanos de China».

En español usamos la palabra «chino» para designar tanto a los ciudadanos de china como los descendientes de emigrantes chinos de cualquier ciudadanía, causando muchos casos de confusión. En chino las palabras son distintas.

  • Refiriéndose a un ciudadano de china, se dice 中国人 (chon guó ren)
  • Refiriéndose a un descendiente de chinos nacidos en el extranjero, se dice 華人 (jua ren)

La historia de la emigración china

Durante gran parte de los siglos XIX y XX, China había vivido una época muy turbulenta, con muchas hambrunas, revoluciones, guerras civiles, invasiones extranjeras y dictaduras genocidas. Muchos chinos escaparon de la miseria buscándose la vida en países extranjeros. Los destinos más populares eran los países vecinos de Sudeste de Asia, pero algunos también aventuraron más lejos, hasta EEUU, Canadá, Perú y México.

Los primeros chinos que emigraron casi todos procedían de las regiones costales, de las provincias Guangdong y Fujian, y eran de origen social humilde. En los países de destino, se dedicaron a realizar trabajos manuales que no deseaban los autóctonos, otros montaron negocios para servir las necesidades de sus compatriotas.

La mayoría de los primeros emigrantes procedían de las provincias Guangdong y Fujian

La mayoría de los primeros emigrantes procedían de las provincias Guangdong y Fujian

A partir de los años 1960, EEUUCanadá y Australia empezaron a buscar mano de obra cualificada en Asia, y concedieron visados a millones de «chinos», primero de Taiwan y Hong Kong, luego de la Republica Popular de China. La mayoría de los emigrantes eran médicos, ingenieros, investigadores, profesores y científicos. A día de hoy, esta oleada y sus descendientes son el grupo demográfico más dominante entre los chinos de Norteamérica.

Paralelo a la emigración legal, también está la ilegal, cuyo número es difícil de estimar. Durante los últimos 20 años, millones de chinos han emigrado de modo clandestino a EEUU, Europa y Australia, y a la mayoría trabajan en talleres ilegales o en la cocina de restaurantes. Los que consiguen el permiso de residencial suelen abrir su propio negocio dentro de la comunidad china.

Durante lel siglo XXI, uno de los continentes donde se ha visto el mayor aumento de inmigración china es África. Debido a relaciones comerciales entre China y las economías emergentes de África, miles de chinos se han instalado en Sudáfrica, Chad, Namibia, Zambia y Nigeria, tanto como «trabajadores invitados» o como empresarios.

Trabajadores chinos con sus compañeros angoleños

Trabajadores chinos con sus compañeros angoleños

En el sudeste asiático

Demograficamente, la gran mayoría de la diáspora china se concentra en países de S.E. Asia: Tailandia, Myanmar, Vietnam, Filipinas, Malasia, Singapur e Indonesia, cuyo número supera los 25 millones.

La gran mayoría de la comunidad china en S.E. Asia desciende de emigrantes de finales de siglo XIX y principios de siglo XX. Aunque llegaron a estos países como «muertos de hambre», lograron mejorar su situación socioeconómica en una generación. Durante los años 1950, la gran mayoría de los chino-descendientes eran propietarios de negocios prósperos o profesionales cualificados, y en la época actual, forman la élite que dominan el sector comercial y financiero.

Basuki Tjahaja Purnama es el primer gobernador de Yakarta, la capital indonesia, de ascendencia china

Basuki Tjahaja Purnama es el primer gobernador de Yakarta, la capital indonesia, de ascendencia china

En países de tradición musulmana como Malasia, Indonesia y Brunei, los chinos se han mantenido como una comunidad a parte, viviendo en sus propios barrios donde los hijos atienden colegios de lengua china. Matrimonios mixtos son todavía muy escasos, a pesar de haber convivido durante 4 generaciones con malayos.

Pero en países de tradición budista (Tailandia, Myanmar, Vietnam) y cristiana (Filipinas), los chinos llevan generaciones mezclándose con la población local. A día de hoy, hay varios grados de mestizaje, donde se conservan a distintos niveles las tradiciones chinas, pero siempre hay un «núcleo duro» de la comunidad que resiste a la asimilación.

Según estadísticas oficiales, 1/4 de los ciudadanos de Malasia y la mayoría de la población de Singapur, son de ascendencia china.

En otros países como Filipinas, Vietnam, Tailandia, Myanmar y Laos, la comunidad china consta menos de 5% de la población total, pero en realidad, hasta un 1/3 de la población tiene algún antepasado chino.

mestiza china-filipina, siglo XIX

mestiza china-filipina, siglo XIX

En Norteamérica

En Canadá hay más de 1,3 millones de chino-descendientes (3.4% de la población nacional). En EEUU el número supera los 3.9 millones (1.3% de la población).

La población china de Canadá y EEUU desciende de diversos orígenes: obreros cantoneses a finales de siglo XIX, profesionales de Hong Kong y Taiwan durante los años 60-80, refugiados vietnamitas de ascendencia china, estudiantes de la República Popular de China e inmigrantes ilegales, para comentar algunos ejemplos.

Comunidades chinas existen en casi todas las ciudades importantes, y suelen agruparse en distintos barrios por nivel económico, dialecto, y grado de asimilación en la sociedad americana.

Escenas de barrio chino en Toronto

Escenas de barrio chino en Toronto

Es difícil generalizar sobre el grado de integración. Por un extremo, hay chino-descendientes totalmente asimilados en la cultura americana que se niega a conocer nada de la cultura china; por otro extremo, hay otros que llevan toda su vida dentro de los confines de Chinatown sin ninguna interacción con forasteros. La tasa de matrimonios mixtos aumenta con el número de generaciones que lleva en América.

Pero en general, lo que más destaca de la comunidad china en Norteamérica es el nivel académico:  más de 51% tienen estudios universitarios frente al medio nacional de 28%. Aunque los propios inmigrantes realizan diversas ocupaciones desde camareros hasta investigadores científicos, la generación nacida en América tiene una fuerte presencia en las profesiones cualificadas, especialmente en el sector tecnológico.

El norteamericano de ascendencia china más famoso

El personaje más famoso del diáspora chino

En América Latina

El país latinoamericano que recibió la mayor tasa de inmigración china es Perú, y a día de hoy, un 5% de peruanos tienen ascendencia china.

La mayor parte de la inmigración ocurrió en el siglo XIX, cuando importaron a obreros cantoneses para sustituir los esclavos negros como mano de obra barata. Como los inmigrantes eran casi todos hombres, la mayoría se casaron con mujeres cholas, andinas o africanas, y en la actualidad hay pocos chino-peruanos de sangre pura. Sin embargo, aún hay barrios chinos en muchas ciudades y los chino-descendientes han mantenido ciertas costumbres, como la gastronomía.

Otros países como México, Cuba y Argentina también recibieron inmigración china, pero durante los últimos años, el país donde mayor presencia china ha registrado es Panamá, gracias a las empresas que gestionan el comercio por canal.

Miembro de la comunidad china en Lima, Perú

Miembro de la comunidad china en Lima, Perú

En Europa

En el Reino Unido, la mayoría de la población china llegó entre los años 50 y 80 y procedía de Hong Kong, una antigua colonia británica. El negocio más típico de los inmigrantes eran restaurantes, pero la mayoría de los hijos nacidos en el Reino Unido tienen estudios superiores y realizan trabajos cualificados.

En Francia, la mayor parte de la comunidad «china» realmente vino desde Vietnam, una antigua colonia, donde mucha población son chino-descendientes. Esta oleada llegó durante los años 50 y 60 y sus descendientes están totalmente asimilados en la sociedad francesa.

En España, la inmigración china es un fenómeno relativamente reciente, y la gran mayoría procede de la región de Qingtiang. Hasta el día de hoy, la mayoría se dedican a negocios de alimentos y la venta de productos baratos importados de China. En general, sigue siendo una comunidad bastante cerrada.

Durante los últimos 2 décadas, la mayor fuente de inmigración china a todos los países europeos procede la República Popular de China, tanto por vía legal como estudiantes, empresarios o profesionales cualificados, o por vía ilegal como mano de obra esclava.

La presentadora británica Alexa Chung es medio-china

La presentadora británica Alexa Chung es medio-china, aunque no lo parece

Los tópicos y la discriminación 

Las comunidades chinas en diáspora en todos los países parecen siempre obedecer el mismo tópico: llegan pobres, pero se hacen ricos en menos de una generación.

En casi todos los países donde la comunidad china lleva más de una generación, suele tener un nivel de estudios y de ingreso familiar bastante más alto que el medio nacional. En EEUU les llaman «la minoría modélica», o «los nuevos judíos».

Pero este éxito también despierta recelos y envidias. Al ser una minoría étnica que carece de poder político, durante tiempos de crisis, muchos políticos populistas difunden bulos de que la comunidad china mantenga su prosperidad enriqueciéndose a costa de los demás, que esconda grandes cantidades de dinero negro, o que tengan  tratos de favoritismo por la administración pública sólo por el hecho de ser chinos.

En el Sudeste asiático, la mayoría de los disturbios raciales se dirigían contra la comunidad china, con la más reciente en Jakarta, 1998, donde quemaron cientos de negocios chinos. Muchos chino-descendientes, para evitar hostilidades, cambiaron sus apellidos para pasarse más desapercibidos.

Disturbios anti-chinos en Yakarta, Indonesia, 1998

Disturbios anti-chinos en Yakarta, Indonesia, 1998

Y la respuesta…

Pero en general, debido al sentido de orgullo, los chinos raras veces luchan contra la discriminación reivindicando sus derechos como una «minoría reprimida» porque no quieren ser vistos como «víctimas». En cambio, lo que suelen hacer es trabajar duro para crear un tópico todo lo opuesto a lo que tenía antes.

Por ejemplo, hasta los años 60, los chinos en EEUU tenían fama de ser una población analfabeta, cerrada, ignorante e incapaz de integrarse en la sociedad americana. Los nuevos inmigrantes hicieron todo para deshacerse de ese tópico, obligando sus hijos a estudiar carreras y ejercer profesiones cualificadas.

Pero a partir de los 90, los chinos se han creado otro tópico: lo del empollón: gente tímida, poco asertiva y asexuada que pasa todo el tiempo delante de un ordenador con poca vida social. De nuevo, los jóvenes chino-descendientes están trabajando duro para quitarse este tópico. Muchos han empezado a vestirse como raperos y practicar bailes latinos o breakdance para dar una imagen más «guay» y «callejera».

Chi Cheng (1970-2013), ex guitarrista de Deftones, es hijo de inmigrantes chinos

Chi Cheng (1970-2013), ex bajista de Deftones, era hijo de inmigrantes chinos

La «red bambú»

Muchos sociólogos han atribuido la causa del éxito del diaspora chino en la mayoría de los países a la «red bambú». Se refiere a una red social formada por emigrantes chinos en el extranjero a través de relaciones familiares y personales, que se ayudan entre sí a la hora de prestar dinero, realizar inversiones y hacer negocio.

Por ejemplo, cuando un empresario quiere montar un negocio y el banco no le presta dinero, puede acudir a la «red bambú» para conseguir un préstamo. Si un trabajador humilde quiere mandar su hijo a la universidad pero no puede pagar la matrícula, también puede acudir a la «red» para pedir una «beca».

Quizás debido a este apoyo informal de la comunidad, muchos emigrantes chinos de situación humilde ha podido conseguir la oportunidad de estudiar una carrera o montar un negocio, y muchos negocios familiares chinos han podido sobrevivir años de vacas flacas y remontarse cuando la situación mejore.

El multiculturalismo, la integración y la asimilación

4 Sep

Durante toda la historia, poblaciones humanas con distintas culturas, lenguas, fisonomías, costumbres y religiones se han encontrado, convivido y mezclado, bien porque unos emigraron al territorio de otros, o porque todos cayeron bajo el gobierno de un mismo estado. Normalmente, cuando varios grupos étnicos conviven juntos durante un tiempo, puedan suceder 3 fenómenos: el multiculturalismo, la integración y la asimilación.

 

El multiculturalismo

Se refiere a una situación en que varios grupos étnicos conviven en la misma ciudad o región, pero cada uno mantiene su propio sentido de identidad: habla su propia lengua, practica su propia religión y vive sus propias costumbres. En los casos más extremos, miembros de cada grupo se casan entre ellos, viven en barrios segregados y los niños atienden a colegios solamente con los de la propia etnia. La relación entre miembros de distintos grupos étnicos normalmente se reduce a transacciones comerciales, laborales o políticas, y poco más.

Quizás un clásico ejemplo de este modelo era la capital Estambul bajo el Imperio Otomano. Era una metrópolis donde convivían comunidades griegas, turcas, armenias, italianas, búlgaras, judías y de todas las nacionalidades del imperio, pero cada uno en su propio espacio.

Estambul durante la época otomana era una ciudad de mil culturas

Estambul durante la época otomana era una ciudad de mil culturas

 

La integración

Se refiere a una situación donde varios grupos étnicos conviven en la misma ciudad y mantienen sus propias costumbres, pero se mezclan, se interactúan, y todos sienten formar parte de una identidad común que engloba a todos.

Quizás el ejemplo más cercano es el Toronto actual, donde las poblaciones descendientes de italianos, chinos, iraníes, portugueses, polacos, jamaicanos, indios, españoles siguen hablando sus idiomas y practicando sus costumbres en el espacio privado, pero todos conviven como parte de la misma sociedad, con un alto porcentaje de matrimonios mixtos.

Otro ejemplo menos conocido es la ciudad de Kazan en Rusia, donde conviven 2 etnias: los rusos y los tártaros. A pesar de que la primera es de origen europeo, lengua eslava y herencia cristiana y la segunda es de origen centroasiático, lengua turca y herencia musulmana, los 2 grupo conviven de forma pacífica, donde un tercio de los matrimonios son mixtos, y muchos nativos de Kazan son bilingues y sienten miembros de ambas comunidades.

Kensington Market, Toronto, un barrio de herencia italiana, portuguesa y judía

Kensington Market, Toronto, un barrio de herencia italiana, portuguesa y judía

 

La asimilación

Se puede definir como el polo opuesto al “multiculturalismo”, donde miembros de un grupo étnico adopta 100% la identidad del otro, que dejan de hablar su propio idioma, comer su gastronomía, vivir sus costumbres o practicar su religión… para adoptar todos los del otro, hasta un punto de que ya no se considera un grupo distinto.

El caso histórico más conocido es la «romanización». Un par de siglos después de que los romanos colonizaron Hispania, los pueblos nativos de la meseta y la costa mediterránea habían perdido casi la totalidad de su lengua y sentido de identidad como íberos o celtíberos, para adoptar la lengua, los valores y el modo de vida de los romanos, hasta identificarse como romanos.

Un ejemplo contemporáneo puede ser la sociedad brasileña. A pesar de que la población desciende de diversos orígenes: portugués, africano, italiano, alemán, japonés, a día de hoy, pocos de los descendientes siguen manteniendo la identidad cultural de los antepasados, sino todos se han fundido en el caldo de mestizaje que define la identidad “brasileña”.

Los brasileños vienen de todas procedencias y colores, pero culturalmente, es una sociedad relativamente homogenea

Los brasileños vienen de todas procedencias y colores, pero culturalmente, es una sociedad relativamente homogenea

 

¿Todo es una cuestión de tiempo?

Hay antropólogos y sociológicos que opinan que la diferencia entre el multiculturalismo, integración y asimilación es meramente una cuestión de tiempo en que los distintos grupos étnicos van conviviendo.

Normalmente, cuando 2 o más grupos se encuentran, en la primera generación es muy raro que se mezclen enseguida, sino que miembros de cada grupo suelen mantenerse con los suyos porque se sienten más cómodos, protegidos y aceptados, conforme con el modelo de «multiculturalismo».

Cuando pasa el tiempo, quizás en la segunda y tercera generación, los miembros de cada grupo empezarán a mezclarse y adoptar una identidad común, así llegando a la “integración”. Pero cuando pasa más tiempo, algunos grupos, normalmente las minorías, acabarán perdiendo todas sus costumbres para adoptar las de otro, normalmente el grupo mayoritario (o el económicamente dominante), llegando a la “asimilación”.

Un buen ejemplo es la sociedad argentina. A principios de siglo XX, la ciudad de Buenos Aires recibió una gran oleada de inmigrantes españoles, italianos, libaneses, polacos y otras nacionalidades. Al principio, todos vivían en su propio gueto evitando cualquier contacto con los otros. 3 generaciones después, todos los descendientes sienten “argentinos”, y los nietos de andaluces y napolitanos ya han perdido casi toda la referencia cultural de sus raíces mediterráneas.

El barrio de "La Boca" en Buenos Aires era un gueto de inmigrantes italianos

El barrio de «La Boca» en Buenos Aires era un gueto de inmigrantes italianos

Sin embargo, también hay casos en que distintos grupos han convivido durante siglos pero siguen manteniéndose separados. Ejemplos incluyen a los gitanos en la mayoría de las sociedades europeas, la división entre blancos y negros en EEUU, y las comunidades chinas e indias en Malasia e Indonesia.

Normalmente, eso sucede cuando:

• Uno de los grupos tiene una tradición muy fuerte de endogamia (caso de los gitanos)
• Existe, o existía durante mucho tiempo una segregación institucional (la esclavitud y apartheid en EEUU)
• La diferencia religiosa (en caso de Malasia e Indonesia, la religión musulmana de los malayos actúa como una barrera a los chinos e indios)

En Malasia, la comunidad china sigue manteniendo una identidad bastante independiente de los malayos musulmanes

En Malasia, la comunidad china sigue manteniendo una identidad bastante independiente de los malayos musulmanes

 

Factores que influencia el ritmo de asimilación

En general, entre grupos con rasgos culturales y nivel económico más parecido, la asimilación ocurre más rápido.

En el Reino Unido, las oleadas de migraciones más importantes después de la Segunda Guerra Mundial procedían del Caribe, India y Pakistán.

A día de hoy, los descendientes de inmigrantes caribeños ya se encuentran en vías de asimilación total en la sociedad angolsajona, sobre todo entre la clase obrera. Más de la mitad de los matrimonios son mixtos y los hijos mulatos no sólo suelen identifcarse como británicos, sino como ingleses.

Los indios, sin embargo, se han mantenido más a parte en sus propias comunidades. La mayoría de los descendientes tienen estudios superiores y ocupan puestos profesionales cualificados, pero siguen manteniendo su identidad cultural como indios, con muy pocos casos de matrimonios mixtos. Se puede decir que están totalmente integrados, pero no asimilados.

La comunidad caribeña en el Reino Unido es la más asimilada a la cultura inglesa, como los miembros del grupo "Massive Attack"

La comunidad caribeña en el Reino Unido es la más asimilada a la cultura inglesa, como los miembros del grupo «Massive Attack»

 

¿Un nuevo modo de asimilación a nivel mundial?

En la época actual, debido a Internet y la cultura popular, se están ocurriendo un fenómeno nuevo: la “asimilación cultural” sin ninguna convivencia física entre pueblos.

Por ejemplo, el modo de vida de las urbanizaciones de chalets, centros comerciales y parque empresariales originó en EEUU durante los años 50, pero a través de las películas y series de televisión, se ha vendido a todo el mundo. En la actualidad, se puede encontrar urbanizaciones de este estilo no sólo en Los Ángeles o Houston, sino también en las afueras de Madrid, Moscú, Pekin, Deli, Terhan, o en cualquier ciudad del cualquier continente del mundo.
Efectivamente, en este aspecto, todos estamos “asimilándonos” a la cultura norteamericana sin haber convivido con norteamericanos.

Igual que bajo el imperio romano, todos los pueblos conquistados de Hispania, Galia y África adoptaron el modo de vida de los romanos, ahora el equivalente se llama la “globalización”, pero ocurre sin que ningún imperio global nos haya conquistado.

Una urbanización de chalets en China

Una urbanización de chalets en China