Archivo | septiembre, 2013

Sobre el instinto tribal y las «identidades sociales»

1 Sep

Los humanos somos un animal social, y como todas las especies que viven en manada, el “instinto tribal” está muy arraigado en nuestra inconsciencia.

A día de hoy, como vivimos en una sociedad tan compleja, nuestro “instinto tribal” se ha transformado en la manifestación de las “identidades sociales”.

¿Qué es una identidad social?

Es un colectivo de personas que comparten ciertos rasgos, condiciones sociales, idiosincracias, gustos o experiencias en común y se sienten emocionalmente identificadas con ella.

Hay varias maneras de construir una identidad, en el mundo actual, las más comunes son:

  • por el país de origen (españoles, británicos, franceses, chinos…)
  • por la provincia de origen (madrileños, catalanes, manchegos….)
  • por la religión que profesan (cristianos, musulmanes, hindúes…)
  • por nacionalidad ancestral (los italoamericanos, los chinos de S.E Asia, los serbios, croatas y bosniacos en la antigua Yugoslavia…)
  • por el idioma materno (los latinos, los árabes, los kurdos, los ruso-parlantes)
  • por el color de la piel (blancos y negros)
  • por clase social (la clase obrera, media, alta)
  • por el sector laboral (los mineros, profesores, transportistas…)
  • por el equipo de futbol (hinchas de Madrid y de Barça…)
  • por el sexo (mujeres y hombres)
  • por la orientación sexual (gays, lesbianas y transexuales).
El fútbol es un factor importante en construir sentido de identidad

El fútbol es un factor importante en construir sentido de identidad

Pero en general, todas las identidades sociales surgen a través de la inclusión de algunos y la exclusión de otros, dividiendo la humanidad entre “los nuestros” y “los otros”, y todos somos “tribales” en el sentido en que solemos ser más tolerantes hacía “los nuestros” que hacía “los otros”.

Pongo un típico ejemplo, cuando alguien que nos empuja en el metro, si es español, tendemos a criticarlo por su comportamiento maleducado, pero si es rumano, sudamericano o marroquí, tendemos a maldecir a todos los rumanos, sudamericanos y marroquíes como si todos fueran culpables.

En un país de inmigrantes como EEUU, muchas identidades están definidas por la nacionalidad ancestral, como la mexicana

En un país de inmigrantes como EEUU, muchas identidades están definidas por la nacionalidad ancestral, como la mexicana

Por otro lado, las identidades no son conceptos fijos, sino fluidos. Algunos desaparecen y otros se construyen, y en cada sociedad, debida a su historia particular, los factores que definen las identidades sociales suelen ser distintos.

Por ejemplo, en Irlanda del Norte, debido a la sangrienta historia de lucha sectaria, ser protestante o católico es un factor determinante de si perteneces a un grupo u otro, pero en una ciudad como Londres donde conviven cientos de religiones y culturas, a nadie le importa si uno es católico o protestante, y serlo o no serlo ya es algo estrictamente personal sin llegar a ser una seña de identidad.

Otro ejemplo ocurre en Cataluña. Durante los años 60-70, los inmigrantes procedentes de Andalucía, Aragón y Extremadura solían residir en guetos en la periferia de las grandes ciudades, donde hablaban sus dialectos y mantenían sus costumbres locales. Los catalanes nativos les llamaban charnegos, para distinguirlos de los autóctonos. Pero a partir de los 90, cuando los hijos de charnegos adoptaron costumbres catalanas y mezclarse con los catalanes nativos, esta identidad empezó  diluirse, y a día de hoy el mismo nombre ya se ha caído fuera del uso.

Los charnegos, inmigrantes no-catalanes en Cataluña, constituían una identidad social aparte durante los años 60

Los charnegos, inmigrantes no-catalanes en Cataluña, constituían una identidad social aparte durante los años 60 -80

Mucha gente, cuando emigra de un país a otro, o de pueblo a ciudad, sufre conflictos de identidad, porque la identidad que le definía en el viejo entorno ya no se aplica en el nuevo.

Un típico ejemplo lo ha relatado la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie en su libro Americanah, en relación con la emigración de africanos a EEUU.

la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie

la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie

En la mayoría de los países africanos, la sociedad está fuertemente dividida entre los distintos grupos étnicos, definidos por el idioma, el linaje ancestral o la afiliación tribal. En Nigeria, están los yorubas y los Hausa-Fulani; en Kenia, los bantús y los nilotes. Pero cuando un nigeriano o keniata emigra a EEUU, la sociedad del país de acogida ya no reconoce estas divisiones étnicas del continente africano, sino clasifica a todas personas de piel oscura en una misma categoría racial: los negros.

Los nilotes es una de las etnias principales en Kenia

Los nilotes es una de las etnias principales en Kenia

Por supuesto, para muchos inmigrantes africanos en EEUU, les cuesta asumir que sean “negros”, porque en su país de origen nunca se habían percibido así. Y tratando con los afro-americanos, descendientes de esclavos procedentes de África Occidental que llevan 200 años asentados en EEUU, no encuentran nada en común: no hablan el mismo idioma, no practican la misma religión, no comparten la misma gastronomía y tampoco poseen los mismos valores familiares. Muchos hablan de “los negros” refiriéndose solamente a los afroamericanos, hasta en plan despectivo, excluyendo a sí mismos, y cuando otra persona les llama “negro”, se enfadan, porque no quieren clasificarse en esta identidad social del nuevo mundo.

Los afroamericanos, desde luego, no tienen nada en común culturalmente ni racialmente con los inmigrantes africanos

Los afroamericanos, desde luego, no tienen nada en común culturalmente ni racialmente con los inmigrantes africanos, pero en EEUU comparten la misma identidad

A día de hoy, la mayoría de las identidades se determinan por nacimiento. Si uno es blanco, negro, árabe, bereber, latino, francés, español, mujer, hombre, gay o transexual… es porque ha nacido así, pero también hay identidades que se adoptan (ser hincha de un equipo, miembro de una secta, o militante de una causa), y otras que se pueden heredar tanto como adquirir (como la clase social, o comunidades abiertas como gauchos de Sudamérica y los cosacos en Rusia).

En un mundo cada vez más globalizado con muchos movimientos de gente y mestizaje, quizás en el futuro surgirán más identidades que se adquieren en la vida adulta que por nacimiento, pero la necesidad de crear identidades, el sentido diferenciar “los nuestros” de “los otros”, siempre existirá.