Archivo | junio, 2013

La definición de «cultura» e «ignorancia»

9 Jun

En el lenguaje cotidiano, muchas veces oímos a gente halagar a algunos por ser “cultos” o descalificar a otros por “ignorantes”. Para la mayoría, esas dos palabras son adjetivos que miden a una persona por la cantidad de conocimiento que posee.

Sin embargo, aquí entramos un terreno ambiguo, porque la mayoría de las personas nos informamos solamente de los temas que más nos interesan, ignorando a otros. Por ejemplo, un aficionado a coches puede saber de memoria las marcas y características de todos los automóviles, pero poco de la historia de Europa; un experto en la economía puede explicar todos los terminologías más técnicas del mundo financiero, pero no se entera nada de los deportes; un fanático de la literatura puede haber leído todas las obras clásicas de todos los países, pero no controla nada de música ni cine. Así que, en general, todos somos muy informados en ciertos temas pero muy ignorantes en otros.

Según el periodista Ryszard Kapuściński: la ignorancia no es la falta de conocimiento, sino el rechazo de conocimiento

Según el periodista Ryszard Kapuściński: la ignorancia no es la falta de conocimiento, sino el rechazo de conocimiento

Yo, personalmente, calificaría a una persona de “ignorante” o “culta” no por el conocimiento que posee, sino por la actitud que tiene. Para mí, una persona “ignorante” es alguien que no tiene la mínima inquietud de saber algo más que lo que se ve en la superficie, y una persona “culta” es alguien que mantiene una curiosidad constante de informarse sobre las causas de todos los fenómenos que le rodean.

Por ejemplo, alguien que no sabe nada de historia no le hace ignorante, pero alguien que dice que «¿para qué voy a saber historia si son cosas que han sucedido en el pasado?» sí que lo es.

Imaginamos una hipotética situación de que en un determinado barrio en una ciudad, se ha visto un aumento radical de vendedores ambulantes.

La reacción de un típico “vecino ignorante” es sentirse molesto por la presencia de estos vendedores, que suelen tener un aspecto más rudo, maneras más brutas y comportamientos que levantan sospecha. Él nunca se pregunta, ni le interesa saber de dónde vienen ni por qué han acabado buscando la vida de esa manera, solo quieren que se vayan, y la única solución que propone es pedir a la policía una mano más dura para echar a esta «gentuza» de sus calles.

Un “vecino culto” también puede sentirse molesto con la presencia de los vendedores, pero haría más preguntas sobre el origen de ese fenómeno; primero, ¿de dónde vienen? Si la respuesta es del campo, se preguntaría: ¿por qué hay tantos campesinos que han llegado a la ciudad de repente? si es la respuesta es que muchos agricultores se han arruinado, se preguntaría a su vez sobre las causas… Y para resolver la situación, propondría una solución que trate el problema más cerca de las raíces.

El personaje Torrente es la caricatura de una típica persona ignorante

El personaje Torrente es la caricatura de una típica persona ignorante

Un comportamiento muy típico de personas “ignorantes” es que forman fácilmente prejuicios basados en observaciones muy superficiales.

Por ejemplo, en España se ven muchos extranjeros que vienen de turismo de países como Alemania, Reino Unido, EEUU y Suecia, que suelen ir bien-vestidos, educados, que llenan a los bares y restaurantes caros; por otro lado, vienen otros extranjeros de África, América Latina y Europa del Éste que se buscan la vida como camareros, peones y sirvientes, que suelen vivir en los barrios más humildes.

Una persona ignorante formaría una opinión enseguida de que la gente de los países del norte es más superior que la gente de los  del sur por la ley de la naturaleza, y que cualquier cosa procedente de esas tierras, sea gente, productos, películas, comida o música, es más deseable que las de los países más pobres. En casos más extremos, puede desarrollar un complejo de inferioridad hacia ciertas nacionalidades mientras menospreciaba a otras.

En cambio, una persona culta preguntaría el porqué algunas nacionalidades tienen dinero de sobra para gastarlo en España, y otras  tienen que venir a España para ganar más dinero. De ahí se enteraría del nivel de desigualdad entre los países del mundo, y al averiguar la causa de esta desigualdad, se informaría de temas todavía más complejos como la economía de la globalización.

Desde el punto de vista de los gobernantes, cuando más inculto y manipulable es el pueblo, mejor

Desde el punto de vista de los gobernantes, cuando más inculto y manipulable es el pueblo, mejor

La inquietud de informarse más allá de lo que se ve en el superficie depende mucho de la personalidad de cada uno, pero la educación también influye. Si desde pequeño, a cada niño le fomenta el espíritu crítico de cuestionar las causas y efectos de todo lo que se ve a su alrededor, la capacidad de cuestionar y razonar le saldría más natural en la vida adulta.

Sin embargo, desde el punto de vista de los gobernantes, tener un pueblo demasiado “culto” no le conviene, porque sería una población no tan fácil de manipular y engañar con soluciones simplistas y populistas.

La identidad inglesa vs la identidad británica

1 Jun

Un elemento que tienen en común la Gran Bretaña, mi país de nacimiento, y España, mi país de adopción, es que ambos son estados constituidos de varias naciones.

Para muchos españoles, la palabra “inglés” es sinónima a “británico”, y dicen “Inglaterra” cuando se refiere a toda la Gran Bretaña. En realidad, es un error garrafal porque la Gran Bretaña está constituido por 4 países: InglaterraEscociaGales e Irlanda del Norte. Es decir, los escoses, galeses e irlandeses no se consideran ingleses y se sienten ofendidos cuando les llaman así.

Mapa del Reino Unido

Mapa del Reino Unido

Históricamente, las islas británicas fueron poblados por pueblos celtas de diversas tribus. En el siglo I d.c., los romanos conquistaron la mayor parte de lo que hoy constituye Inglaterra, pero debido a su ubicación en las fronteras del imperio, la romanización era muy superficial.

En el siglo V, invadieron los anglosajones procedentes de Alemania y establecieron varios reinos y principados en la isla. Después de varios siglos de guerras y alianzas, se unificaron para formar un único estado a finales del siglo X que se dio a conocer como Inglaterra. Mientras tanto, Irlanda, Escocia y Gales permanecieron bajo el dominio de los aborígenes celtas.

El inglés moderno se deriva de la lengua anglosajona, de origen germánico mezclado con palabras de latín, pero las lenguas nativas de Escocia, Irlanda y Gales se derivan del celta, que no tienen nada que ver con las raíces germánicas.

Arqueros ingleses, siglo XV

Arqueros ingleses, siglo XV

Inglaterra conquistó a Gales en el siglo XIII y a Irlanda en el siglo XVI. Finalmente, a principios de siglo XVIII, se unificó con el reino de Escocia para formar un nuevo estado: el Reino Unido. De ahí, nació una nueva identidad nacional: la británica.

La convivencia de las 4 naciones bajo el mismo estado no fue siempre pacífica, ya que los escoceses y galeses sentían a menudo como estados subordinados de Inglaterra. Con la imposición de inglés como la lengua franca, los pueblos celtas poco a poco perdieron sus idiomas autóctonos, y al establecer el Anglicanismo como la religión oficial, la mayoría de los galeses y escoceses abandonaron la Iglesia Católica para convertirse en protestantes después de un largo proceso de rebeliones y represalias.

La peor parte lo llevaron los irlandeses, debido a la decisión de permanecer fiel a la Iglesia Católica. Durante 400 años, los católicos nativos empeñaron una sangrienta lucha contra los gobernantes protestantes que acabó con la independencia de la isla en 1921. Solo la parte norte de su territorio, con mayoría población protestante, ha permanecido bajo el dominio británico.

Todos los territorios que habían pertenecido al Imperio Británico

Todos los territorios que habían pertenecido al Imperio Británico

Pero a pesar de los numerosos conflictos y luchas de poder, los ingleses, galeses, escoceses e irlandeses construyeron juntos el imperio más grande del mundo en el siglo XIX: el imperio británico. Entre los soldados, exploradores y mercaderes que colonizaron nuevos territorios en Asia, África y Oceanía, un porcentaje desproporcionado eran de origen escocés. Y durante los siglos XVIII y XIX, Edimburgo era una de las ciudades culturales más importante de toda Europa, conocida como la Atenas del Norte.

Edimburgo

Edimburgo: «la Atenas del Norte»

Cuando el imperio británico llegó a su auge a principios del siglo XX, el gobierno intentó extender el sentimiento de ser «británico» a todas las colonias, sobre todo (¿cómo no?) a la hora de reclutar soldados durante las 2 guerras mundiales. Aunque en realidad, los nativos de las tierras colonizadas raras veces disfrutaban de los mismos derechos que los ingleses, escoceses y galeses. Después de la Segunda Guerra Mundial, las colonias en África, Asia, America y Oceanía poco a poco se independizaron, aunque algunos estados, como Australia y Nueva Zealanda, siguen rindiendo homenaje a la monarquía británica.

Cartel de reclutamiento del ejército británico en las colonias

Cartel de reclutamiento del ejército británico en las colonias

En la actualidad, la Gran Bretaña es por definición un estado multicultural y multinacional.

Escocia, Gales e Irlanda del Norte siguen disfrutando de un alto grado de autonomía, con sus propios parlamentos, código penal, gestión de impuestos y sistema de seguridad social. La lengua galés todavía es un idioma cooficial de Gales, y Escocia tiene hasta su propia selección nacional de futbol.

La sociedad inglesa es conocida por su individualismo y una diferenciación de clases sociales muy arraigadas. Los irlandeses y galeses se consideran más familiares, y los escoceses presumen de tener una sociedad más igualitaria gracias a la herencia de los clanes de guerreros celtas de las Highlands.

Sin embargo, debido a siglos de integración, culturalmente los galeses, escoses e ingleses ya se parecen cada vez más. La mayoría de la gente de las 3 nacionalidades hablan inglés como lengua materna y en temas de gastronomía, arquitectura y costumbres sociales, la diferencia regional es quizás menos pronunciada que la que se observa entre gallegos, andaluces, vascos y catalanes en España.

Beber pintas en un pub es una costumbre que unen a los ingleses, galeses, escoceses e irlandeses

Beber pintas en un pub es una costumbre que unen a los ingleses, galeses, escoceses e irlandeses

http://www.economist.com/news/britain/21578435-minorities-embrace-englishness-even-metropolitan-whites-shun-it-identity-parade?fsrc=scn/fb/wl/pe/tr/identityparade

La semana pasada, en la revista The Economist publicó un estudio sobre el sentimiento de “identidad nacional” entre los ciudadanos residentes en Inglaterra (excluyendo a Escocia y Gales). Los encuestados tenían que decir si se consideraban de nacionalidad inglesabritánica, las dos, o ninguna.

Los resultados demuestran que el 60% de los sujetos se consideran “solamente ingleses”, el 19% se consideran “solamente británicos”, y el resto se sienten igual de ingleses como británicos o de múltiples nacionalidades.

Porcentaje de ciudadanos que se consideran "inglés"

Porcentaje de ciudadanos que se consideran «inglés»

Los se consideran “solamente ingleses” suelen ser ingleses de descendencia nativa que viven en pueblos o en ciudades provincianos. Los que se consideran británicos suelen ser hijos de inmigrantes, musulmanes, hindúes, y gente que se ha criado en ciudades cosmopolitas.

Una excepción a la tendencia son los mulatos: gente cuyo uno de sus padres es de origen africano o caribeño. La mayoría se consideran ingleses en vez de británicos, al contrario que los sujetos cuyos ambos padres son inmigrantes.

En Cambridge, mi provincia natal, solo 57% de los ciudadanos se consideran "ingleses"

En Cambridge, mi provincia natal, solo 57% de los ciudadanos se consideran «ingleses»

De tendencias políticas también se ve una diferenciación clara. Los que se consideran ingleses suelen tener ideas más conservadoras, que ven con recelo a la integración europea y la inmigración extranjera, mientras los que se consideran británicos suelen tener una actitud más abierta hacia influencias extranjeras.

De ahí, parece evidente que el ser británico es una identidad nacional asociada a un estado, pero el ser inglés es una identidad cultural y étnica. De hecho, una persona nacida y criada en Inglaterra puede considerarse muy británica pero poco inglesa. Otra encuesta realizada en 2008 revelaba que la mitad de los ingleses no consideraban a cociudadanos de origen africano o asiático como gente inglesa (pero sí como gente británica) a pesar de haber nacido y crecido en Inglaterra.

Miembros del equipo olímpico de la Gran Bretaña, 2012

Miembros del equipo olímpico de la Gran Bretaña, 2012

Igual que durante los siglos XIX y XX, muchos héroes del imperio británico eran escoceses, galeses e irlandeses, a día de hoy, muchos de los que representan el éxito del Reino Unido en la cultura, la ciencia, la música y los deportes proceden de diversos orígenes étnicos, culturales y religiosos.

Si tuviera que definir los rasgos más típicos de la identidad británica, yo diría que sería la tolerancia a la diversidad cultural, el espíritu inovador y aventurero, la mentalidad práctica y el pensamiento racional.