El urbanismo expansivo y la ciudad dormitorio

14 Dic

El otro día, The Economist publicó este extenso artículo dedicado a los «suburbs»: sus orígenes como una idea al principio del siglo XX, su puesta en práctica de forma masiva en EEUU en los años posguerra y la extensión de este modelo de urbanismo a los países en desarrollo en el siglo XXI, con ejemplos en India, EEUU y Reino Unido.

Un «suburb» no es lo mismo que un «suburbio» en español. Se refiere a barrios situados en la periferia de las ciudades que sirven de carácter estrictamente residencial. Tampoco es un «barrio periférico» ni un «pueblo cerca de la ciudad», porque estos últimos suelen tener su propio eje comercial con tiendas, bares, restaurantes y espacios públicos donde los vecinos trabajan, hacen las compras, socializan y salen a divertirse. Un «suburb», sin embargo, solo consta de casas residenciales con un mínimo de comercios o espacios públicos. La mayoría de los residentes trabajan, socializan y se divierten en otras partes de la ciudad y solo vuelven ahí para dormir, o al menos eso era la idea original. En castellano, quizás la palabra más adecuada es «ciudad dormitorio».

Los "barrios periféricos" se diferencia a los "suburbs" en que tienen calles comerciales.

Los «barrios periféricos» se diferencia a los «suburbs» en que tienen calles comerciales.

Las «ciudades dormitorio» se han popularizado en varios países durante distintas épocas. Durante los años 50, en EEUU empezaron a construir urbanizaciones de chalets en la periferia de las grandes ciudades para alojar a las familias de clase media. En Francia también hicieron lo mismo, pero en vez de construir chalets, levantaron bloques de hormigón para alojar a las familias humildes en «poblaciones nuevas» a 30 kilómetros de la ciudad. Pero a pesar de que el experimento tuvo un contexto muy distinto en EEUU y en Francia, los «barrios dormitorio» compartían ciertas características: que eran grandes de extensión llenas de casas idénticas donde no había tiendas, parques, plazas o ningún lugar que servía de centro de vida comunitaria.

Debido a su uniformidad y sus gigantes extensiones, aquellas poblaciones solían estar muy alejadas de la ciudad o cualquier punto de referencia, donde era difícil depender del transporte público para desplazarse. En EEUU, la clase media cogía el coche a todos lugares hasta para comprar el pan. En Francia, los obreros cogían trenes y autobuses que les llevaban a la fábrica donde trabajaban, pero eran las únicas vías de comunicación que les conectaban con el resto del mundo. Si los residentes quisieran ir al centro de la ciudad para dar una vuelta, el viaje podría tardar hasta 2 horas, si no dispusieran de vehículo propio.

Barrio dormitorio en Los Ángeles

Barrio dormitorio en Los Ángeles

De los años 60-90, este modelo de urbanismo se extendió a todos los países desarrollados. A la par que la gente se desplazaba a vivir en ciudades dormitorio, muchas empresas también se desplazaban a los «parques empresariales»y muchas tiendas a los «centros comerciales» en las afueras de la ciudad . Debido a las grandes distancias que separaban un lugar y otro, todo el mundo se movía en coche y nadie andaba por la calle. El transporte público se quedó abandonado y cualquiera que no dispusiera de coche era como si no tuviera pies. En casos extremos, produjo el efecto de la «ciudad donut», como Los Ángeles, Denver y Houston durante los años 80: ciudades llenas en la periferia pero vacías y abandonadas en el centro.

Con toda la actividad trasladada a la periferia, muchas partes del centro de Los Angeles se quedaron abandonados.

Con toda la actividad trasladada a la periferia, muchas partes del centro de Los Angeles se quedaron abandonados.

Pero a partir del siglo XXI, muchos sociológos han empezado a cuestionar este modelo de urbanismo por los varios problemas que se habían enfrentado.

Primero, es la cuestión medioambiental. En una ciudad donde todo el mundo depende del coche para ir a cualquier sitio, sobre todo cuando muchos coches sólo tienen un ocupante, se produce mucho más contaminación.

Segundo, es el estilo de vida sedentaria. Debido a que la gente coge el coche a cualquier lugar, no tiene ocasión para andar. Además, muchas ciudades dormitorio ni siquiera tienen lugares, como parques, donde la gente puede practicar deporte. En EEUU, la tasa de obesidad aumentó más justo durante las décadas de «suburbanización».

Tercero, es el abandono de los espacios públicos. Cuando todo el mundo pasa todo el día metido en casa, dentro de un centro comercial o un parque empresarial, las calles se quedan totalmente desiertas. Y cuando los vecinos no toman la calle, los elementos conflictos lo hacen. Lo que acaba produciendo son 2 mundos separados por una linea muy fina: los muros de la casa o la urbanización: dentro es todo familiar y cómodo, pero fuera es un mundo desconocido, hostil y peligroso.

El Ensanche de Vallecas es una ciudad dormitoria en las afueras de Madrid

El Ensanche de Vallecas es una ciudad dormitoria en las afueras de Madrid

Cuarto, el aislamiento. Donde nadie anda por la calle ni sale a comprar al mismo panadero, carnicería o frutería como hacen en los barrios tradicionales, se pierde el sentido de comunidad. Es común que la gente puede llevar años y décadas viviendo en una ciudad dormitoria, pero no conoce a ninguno de sus vecinos.

Quinto, la segregación social. La gente suele congregarse a vivir con los de un nivel socioeconómico parecido, pero cuando las extensiones son muy grandes, los barrios ricos suelen estar tan alejados de los barrios de clase media o pobres que los residentes no tienen ni siquiera la oportunidad de verse, es decir, la separación es más absoluta. Eso produce una situación en que la gente de distintas clases sociales crecieran en ámbitos totalmente segregados que hace pocos favores para la cohesión social.

Sexto, la marginación de los pobres. En áreas urbanas de grandes extensiones, los barrios pobres suelen estar más alejados de los centros de trabajo o de estudios, y el factor de la distancia ya basta para aislarles y marginarles aún más. Imagínate el hijo de una familia humilde que estudia en la universidad y no dispone de propio coche. Si el campus está 70km de su casa y no hay transporte público, el chaval tiene mucho más probabilidad de abandonar los estudios el hijo de una familia acomodada.

Los "banlieues" de Francia son ciudades dormitorias para las clases humildes.

Los «banlieues» de Francia son ciudades dormitorio para las clases humildes.

En ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Londres, ya han tomado medidas para devolver la vida a los antiguos barrios. Entre la generación nacida en EEUU a partir de los 80, muchos están hartos del mundo estéril, mecánico e inhumano de la vida entre las ciudades dormitorio, centros comerciales y parques empresariales y la tendencia actual es repoblar los barrios antiguos de las ciudades donde hay peatones, transporte público y comercios del barrio.

Sin embargo, en los países emergentes, la tendencia es justo al revés. En China, India, México, Brasil y Rusia se está poniendo de moda la tendencia estadounidense de los años 50, donde vivir en una urbanización de chalets alejada de la ciudad es un simbolo de estatus social. La extensión de ciudades como Pekin, Delhi, Moscú, Sao Paolo y México D.F. crece cada vez más, engullendo todo el espacio verde que les separaban de los pueblos del alrededor.

Rivas Vaciamadrid es uno de los municipios que más ha crecido en Madrid

Rivas Vaciamadrid es uno de los municipios que más ha crecido en Madrid

En España, durante los últimos 20 años la gente joven también se desplaza cada vez más a las ciudades dormitorio. Han copiado tanto el modelo estadounidense de construir urbanizaciones de chalets para las clases más acomodadas como el modelo francés de bloques de hormigón en los PAUs en las afueras de las grandes urbes. En la comunidad de Madrid, los pueblos que más han crecido son Rivas Vaciamadrid y Valdemoro, y casi todas las zonas nuevas constan de ciudades dormitorias para trabajadores que se desplazan a la ciudad para trabajar y realizan sus compras en centros comerciales, donde el uso de coche es obligatorio.

Todavía es pronto para saber qué efecto sociológico tendrá este modelo de urbanismo. Sólo cuando la generación nacida y criada en las ciudades dormitorio lleguen a la madurez, podremos ver si también se enfrentarán a los mismos problemas que había sucedido en EEUU y Francia.

Mapa de la distribución de los "nuevos barrios" de Madrid.

Mapa de la distribución de los «nuevos barrios» de Madrid.

2 respuestas to “El urbanismo expansivo y la ciudad dormitorio”

  1. Pilatos25 diciembre 29, 2014 a 7:41 pm #

    Muy interesante el artículo. Yo creo que este modelo de urbanización en el que, como bien dices, el coche es algo imprescindible para desplazarse, está abocado al fracaso.

    En origen el coche era algo destinado a la aristocracia, era un bien de lujo que sólo ellos se podían permitir y que aportaba una serie de ventajas tales como llegar más rápido y cómodamente a los sitios, tener libertad para ir a donde quisieras y cuando quisieras, etc., además de ser un símbolo de estatus social.

    Sin embargo cuando la utilización del coche se extendió a las clases medias y la mayoría de individuos podía poseer un coche, todas esas ventajas que tenía el coche y ese estatus social que otorgaba se perdieron. Ahora, al haber tantos coches, se producen atascos en las grandes ciudades, hay mucha dificultad para aparcar, etc. y ya no son tanto una ventaja sino una desventaja, donde muchas veces la gente tiene que recurrir al transporte público porque llega antes a los sitios. Asimismo dejó de ser un símbolo de estatus social alto como era antes.

    Sin embargo en la actualidad, con la crisis económica que hay, se está dando una paradoja y es que los coches siguén siendo, como dices en el artículo, muy necesarios para poder ir a trabajar, ir a lugares de ocio, etc. pero se han convertido en algo muy costoso de mantener y mucha gente empieza a no poder permitírselo.

  2. cartasatodos febrero 8, 2016 a 3:32 am #

    Reblogueó esto en cartasatodosy comentado:
    Urbanismo Expansivo y las ciudades dormitorio:
    El Futuro de los extremos del valle de aburra.

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