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La educación «diferenciada»: los pros y mis contras

8 Mar

Antes de los años 60, en muchos países la mayoría de colegios eran separados por sexo por una explicación muy lógica: el hombre y la mujer empeñaban papeles diferentes en la sociedad. En las familias de clase media solían ser solo el marido que trabajaba mientras la mujer cuidaba a los hijos; en las familias humildes ambos trabajaban pero solían ejercer profesiones muy diferenciadas: con el hombre explotando su fuerza en los astilleros, minas o muelles y la mujer en la limpieza, enseñanza o la industria costurera.

A partir de los años 60,  las mujeres poco a poco empezaron a integrarse en las profesiones tradicionalmente dominadas por hombres. El papel tradicional de géneros empezó a diluirse. Para preparar a las nuevas generaciones a adaptarse a una sociedad “unisex”, los colegios también se volvieron mixtos, que a día de hoy, ya es la norma en la mayoría de los países europeos, americanos y ex comunistas.

Sin embargo, sigue habiendo un puñado de gente que defiende la educación separada por sexo, entre ellos se encuentran conservadores nostálgicos a la sociedad tradicional, radicales religiosos con moralidad puritana, pero también hay una significante minoría de “activistas” que no se consideran conservadores ni religiosos, sino “prácticos” o hasta “progres”, sobre todo en países angolsajones.

Los “prácticos” apoyan la educación diferenciada partiendo del hecho de que los alumnos que estudian en colegios masculinos o femeninos suelen sacar mejores notas que los de colegios mixtos, por estar en un entorno sin la distracción del sexo opuesto. Y como existen diferencias innatas en el cerebro masculino y femenino, cuando están en clases separadas, los profesores pueden enfocar mejor en la aptitud de los alumnos. En varios medios he leído algunos comentarios que dicen: “la separación de sexos es la medida más eficaz contra el fracaso escolar”.

Los “progres” son en mayoría “feministas”, o mejor decir una determinada clase de feministas, que reivindican su ideas basada en el hecho de que las chicas que estudian en colegios femeninos suelen sacar mejores notas en ciencias, matemáticas o asignaturas tradicionalmente dominadas por hombres. Dan la explicación de que cuando las chicas están con chicos, por intentar aparentar más “femeninas”, tratan de evitar estudiar asignaturas consideradas poco-femeninas, pero cuando están en un entorno con solamente chicas, no tienen este complejo. Alegan que la enseñanza separada por sexo es la única vía para conseguir la igualdad profesional entre hombres y mujeres.

Yo, personalmente, tengo mis ideas muy claras en este asunto.

El colegio es un lugar donde el niño aprende a adaptarse a la sociedad, y si la sociedad es una donde conviven hombres y mujeres, en el colegio también debe ser así.

¿Los alumnos de colegios de sólo un sexo sacan mejores notas? Puede que sí, pero también hay que recordar que sacar buenas notas no es el único objetivo de ir al colegio, sino también aprender a relacionarse con gente.

A día de hoy, no vivimos en una sociedad como la de Arabia Saudita donde hombres y mujeres nunca se ven de cara. A lo largo de la vida, tratamos y trataremos a nivel cotidiano con personas de sexo opuesto no solamente en el entorno de pareja o de familia, sino también como amigos, conocidos, compañeros de trabajo, jefes, subordinados, clientes, socios, vecinos y toda clase de relaciones, así creo que es importantísimo que los niños y adolescentes aprendan a relacionarse con el sexo opuesto de la forma más natural posible.

Según me cuenta un amiga mía que había pasado toda su adolescencia estudiando en un colegio femenino, lo peor de su educación es que no podía ver a los chicos como “gente normal”, sino siempre como algo “exótico”. Podía verlos como un novio o objeto de deseo, pero nunca como «uno de la pandilla».

¿Los niños y niñas tienen aptitudes y psicologías distintas? Claro que sí, pero en mi opinión, eso sólo aumenta la importancia de educar niños y niñas juntos, para hacerles aprender convivir con lo diferente y tener más respeto mutuo.

¿Como una medida contra el fracaso escolar? Seguro que hay otras medidas mucho mejores, como mejorar la discplina escolar, dar mayor poderes y flexibilidad a los profesores y reducir la burocracia adminstrativa. Según un estudio internacional, los países con el mejor nivel de educación secundaria son Finlandia, Canadá, Japón, Dinamarca, Suecia…, y curiosamente, la mayoría de los colegios en estos países son mixtos.

Por último, para las feministas que pretenden que los colegios femeninos son la única manera de conseguir que más mujeres sean científicas, ingenieras o financieras. No han pensado alguna vez que si hace falta utilizar la segregación para conseguir la igualdad, ¿esta igualdad es real?